SERVICIO DE CONSULTAS LASER VERDE KTP

La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino situada debajo de la vejiga (reservorio de almacenamiento de la orina) y por delante del recto (parte final del tubo digestivo), que rodea a la primera porción de la uretra (conducto por el que la orina sale al exterior).Su función primordial es secretar un líquido hacia la uretra durante la excitación sexual (con la eyaculación), que servirá como transporte y nutriente para los espermatozoides producidos por los testículos y ayuda a disminuir la acidez de la vagina de la mujer.

En el hombre joven, la próstata normal tiene el tamaño de una castaña y un volumen aproximado de 15-20 cc(peso de 20 gramos). Con el paso del tiempo y al avanzar la edad del hombre, su tamaño va aumentando y a este crecimiento anormal de tamaño se le conoce como Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).

Las indicaciones quirúrgicas son las mismas que para la cirugía convencional prostática. Todo paciente con síntomas de dificultad al orinar secundarios a una hiperplasia benigna de próstata que no mejore con medicación o que presente complicaciones (sangrado con la orina, retención aguda de orina, infecciones de orina frecuentes…) puede estar indicado este procedimiento.

Además, dado que el riesgo de sangrado es mínimo o nulo, puede considerarse la técnica de elección en pacientes con enfermedades graves (cardíaca, pulmonar, hipertensión, diabetes…) o que se encuentren en tratamiento con anticoagulantes sanguíneos o antiagregantes plaquetarios (Sintron, Adiro, Tromalyt, Plavix…)  o en pacientes cuyas creencias religiosas impidan la realización de transfusiones sanguíneas (Testigos de Jehová).

Se trata de una técnica mínimamente invasiva que ofrece grandes ventajas sobre los tratamientos convencionales, el láser KTP es un tipo de láser de última generación, alta energía y precisión, con un característico color verde debido a su longitud de onda dentro del espectro visible.

  Su gran ventaja reside en la afinidad que tiene por un componente de los glóbulos rojos de la sangre (la hemoglobina), lo que hace que sea fuertemente absorbido por el tejido ricamente vascularizado de la próstata, consiguiendo la vaporización del tejido prostático sin apenas sangrado. 

Cuando se aplica el láser KTP a la próstata, el calor generado hace que el tejido prostático se convierta en vapor de agua, al mismo tiempo que se cierran los vasos sanguíneos, eliminando con precisión y rapidez el tejido prostático agrandado que obstruye la uretra (conducto por el que sale la orina al exterior desde la vejiga) y evitando que se produzca sangrado postoperatorio. A diferencia de otros tipos de láser utilizados anteriormente, la baja profundidad de penetración del láser KTP (1-2 mm) produce un mínimo edema postoperatorio y evita los síntomas irritativos prolongados asociados a otros tipos de láser.